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La verdadera faz de la exgobernadora. |
Sper
Mathorrea, la implacable, ultraconservadora, popular y populista
gobernadora de los sectores autónomos de Alderaán, ha sorprendido a
propios y extraños cuando convocó con su habitual soberbia, eso sí, una
rueda de prensa y anunció de manera estridente su inmediata dimisión de
todos los cargos electos. Sin embargo, eso no fue lo más sorprendente
del asunto, ya que inmediatamente después Mathorrea reveló su verdadera
identidad, junto al hecho de que sus numerosos años como gobernadora
democrática no han sido más que una pantomima especialmente dirigida a
bobos e incautos. La que era conocida públicamente como Sper Mathorrea,
supuestamente perteneciente a una clase semihumanoide muy habitual en el
Kòsmos, era en realidad una repulsiva miembro de la especie de los
kawama,
de nombre impronunciable y de apariencia mitad reptil mitad
ornitorrinco. Después de que la anteriormente conocida como Sper
Mathorrea se quitara la careta (no es una metáfora), y exhibiera una
lengua bífida (tampoco existe sentido metafórico alguno), confesó que
sus continuos mandatos no han sido más que un experimento de los
kawama, sin que nos dejemos engañar por su aspecto, ya que deben estar dotadas de un inteligencia superior (sin que debamos
sorprendernos demasiado) para demostrar que las especies mayoritarias en
el Kósmos, humanas, humanoides y semihumanoides, están más que
sobrevaloradas. "Nuestro experimento ha sido todo un éxito", declaraba
Mathorrea, "hemos demostrado que un ser vulgar y demagogo, cobijo para
toda clase de corruptos, pero adecuadamente maquillada con un carisma de
lo más estúpido, puede gobernar durante centurias en un sistema basado
en la explotación, la dominación y la desigualdad, siendo
permanentemente reelegida por una masa manipulable hasta la nausea". El
caso es que este sistema democrático del que tan orgulloso se muestran
tantos en el Kòsmos, y mira que hay que ser memo para ello, ha quedado
algo más que en evidencia. Recordemos que la suma de mandatos de Sper
Mathorrea ha ascendido a 3.625 lustros en los que una vez tras otra, y
de forma inexplicable para un ser absolutamente carca y carcamal, salía
reelegida con cierta holgura. Después de semejante revelación, la
kawama
se teletransportó a su región natal, perteneciente al parecer a una
dimensión desconocida, después de soltar unas cuantas risotadas, algo
sobreactuadas tal vez, de proclamar la superioridad de su civilización
(insistimos, no hay que sorprenderse demasiado) y de vociferar sin
sutileza alguna: "¡Ahí os quedáis, panda de gilipollas!". En cuanto esto
ocurrió, todos los colaboradores de la exgobernadora rompieron a
llorar, es posible que no por sentimiento alguno, sino porque el chollo y
el poner el cazo parecen haber llegado a su fin.
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