domingo, 29 de enero de 2012

Breves

Se suicida el planeta Gaia
El planeta Gaia se reveló hace tiempo, sumiendo en la perplejidad a la mayoría de los científicos, como una gran forma de vida autoconsciente y autorregulable, se demostró que funcionaba como un todo coherente que hasta hace poco había demostrado un perfecto equilibrio vital. Pues bien, parece ser que al adquirir cada vez más conciencia de sí mismo, asumir mayor responsabilidad respecto a los seres que lo habitan y no encontrar ninguna afición satisfactoria, Gaia entró en una profunda crisis vital que ha desembocado en un trágico final. Se desconoce el método con el que el planeta ha acabado con su vida (y mira que nos pica la curiosidad), pero sí ha dejado una melodramática nota de dudoso gusto literario: "La angustia existencial se ha ido abriendo ante mí hasta un punto abisal e inexorable; pongo fin a mi sufrimiento, abandono todas mis funciones, deniego toda responsabilidad sobre los seres que habitan mi cuerpo y que le vayan dando al equilibrio ecológico".

Un úlitmo, y explícito, gesto de despdida de Gaia.

Investigadores afirman que la Historia no existe
Al igual que ocurre con otras abstracciones producto de las ilusiones de la conciencia, una divertida y heterogénea comisión de filósofos, físicos, biólogos, sicólogos y ebanistas han llegado a semejante conclusión: "la Historia no existe, es solo una cuestión de fe". Parece ser que las sesudas y controvertidas investigaciones niegan, no solo la posibilidad de inexorables leyes históricas que conduzcan a alguna parte a la civilización, también se llega a negar todo acontecimiento pasado. Según esta visión, no existe evidencia empírica alguna acerca de la existencia real de nada de nada, que no sea el presente aquí y ahora. Algunos historiadores ya se han manifestado y han insistido en la necesidad de prohibir las bebidas espirituosas en este tipo de comisiones de investigación.

La Banca Central Kòsmica se hace móvil
La entrada en su accionariado de uno de los más importantes fabricantes de sofisticadas naves espaciales ha llevado a la BCK a crear sucursales móviles por todo el Kòsmos. Han podido avistarse ya unas cuantas decenas de esta especie de oficinas itinerantes de la BCK, dispuestas a asaltar todo vehículos tripulado que se ponga en su camino con el fin de proponer a sus pasajeros cuestionables productos y servicios financieros. Alguna protesta ha habido por parte de personas que, realizando un crucero espacial, se han visto coaccionadas a firmar un Plan de Pensiones por inesperados asaltantes, pero dudamos mucho que vaya a alguna parte. El poder financiero es así.

Amigable director de una de las sucursales móvile de la BCK.

Un libro escrito con heces, gran éxito de ventas
Aunque la palabra escrita se encuentra en franca decadencia en todo el Kòsmos, una nueva obra literaria ha venido a animar el cotarro y a enriquecer a sus editores. En un mundo caracterizado por la tecnolatría y el culto a la belleza, a un tipo no se le ha ocurrido otra cosa que, han leído bien el titular, escribir un libro manualmente con residuos excrementicios. El autor ha manifestado que ha buscado epatar a una sociedad autosatisfecha y carente de crítica, y que además se ha llenado los bolsillos con ello. De momento, se ha hablado mucho del continente y poco del contenido del libro, aunque se sospecha que es también una mierda.

miércoles, 25 de enero de 2012

domingo, 22 de enero de 2012

Lluvia de mitos en Ayaydin

Informa nuestro erudito y expedito corresponsal Elías Mierdade.- En uno de los planetas donde el desarrollo de la razón parecía de lo más sólido y progresivo, se han visto sorprendidos por una lluvia mítica de proporciones ciclópeas, si nos permiten ustedes el uso hiperbólico facilón. El caso es que el primer y trágico avistamiento de un mito se produjo cuando un granjero de la región semidesértica de Uyuyui se encontraba tranquilamente leyendo un voluminoso tratado llamado "El materialismo dialéctico subjetivo y su íntima conexión con el empiriocriticismo". Este hombre, absorto en su amena y didáctica obra, fue sorprendido por una descomunal figura aparecida en el cielo y, sin tiempo para reaccionar y esgrimir una mínima defensa lógica, se vio literalmente aplastado por un fenómeno que se pensaba abruptamente desaparecido en la Antigüedad del planeta Ayaydin. Muy pronto, la lluvia de mitos se hizo usual en diversos regiones hasta el punto de que, no solo se han producido incontables víctimas y considerables daños materiales, sino que el muy avanzado desarrollo gnoseológico de Aydin se ha visto seriamente afectado y, puede decirse, ahora es un notable batiburrillo intelectual cuyas consecuencias parece que solo pueden haberse empezado a percibir.
Aunque no es la única, es la comunidad científica la que se encuentra atacada de los nervios y con los pelos como escarpias, ya que ha visto como su riguroso trabajo, realizado durante generaciones para explicar los orígenes y evolución del universo, es substituido por las más infantiles y disparatadas teorías sobre dioses, monstruos, héroes, mesías y otros divertimentos. Donde había una explicación compleja y plausible, ahora se encuentran irrisorias cosmogonías que, disculpen ahora el chiste fácil, han caído del cielo aplastando la razón y el conocimiento como quien no quiere la cosa. Tal vez lo más paradójico es que una civilización orgullosa de su conocimiento científico, la cual avanzaba con sobrada soberbia hacia un progreso indefinido, puede que vea acabados sus días por una especie de apocalipsis escatológico, el cual es visto ahora por muchos como un mito que ya irrumpió hace la tira de tiempo. Otros, no exentos de cierto cachondeo, opinan que la cosa no es para tanto y que, aunque se vea durante un tiempo como se transforma graciosamente el paisaje cultural, no hay que tomar los mitos de manera tan dramática y literal, y observarlos sólo como signo de que la climatología es imprevisible.


miércoles, 18 de enero de 2012

domingo, 15 de enero de 2012

¿Biólogo revolucionario o habilidoso sofista?, Uds. deciden

Entrevista realizada por nuestro efímero y reportable reportero Frank Eable.- Ladislao A. Ladino es un científico autor de algunas teorías, controvertidas aunque muy populares entre cierto público ávido de soluciones fáciles y de alguna suerte de papanatismo sistematizado, que ha recibido amables calificativos como "francamente refutable", "abiertamente objetable", entre otros elogios menos reproducibles. El caso es que el Dr. Ladino está formado en biología molecular, astrobiología, ontogenésis, neurolinguística, metafísica y algo de horticultura, lo cual le ha llevado a una irritante actividad interdisciplinar que ha generado unas teorías peculiares en forma de hilarante batiburrillo. Básicamente, Ladino defiende que la vida en el Kòsmos ha evolucionado gracias a la agrupación consciente de células, hastiadas de andar de acá para allá sin nada que hacer, en organismos más complejos. El caso es que, y aquí viene lo divertido, el intelecto y conciencia de las formas de vida superiores en el Kòsmos, como concreción evolutiva de esa agrupación de células "conscientes", podría llevarnos a un dominio total sobre la materia y nuestra actividad biológica. El que subscribe tampoco ha entendido demasiado, por lo que no se preocupen, aquí está el Dr. Ladino para arrojar algo de luz sobre la tinieblas de nuestra consciencia (la ironía es una forma retórica tan respetable como cualquier otra).

FF.- Dr. Ladino, no me voy a andar por las ramas, hay quien le ha acusado de seudocientífico, e incluso de seudópodo, ¿qué tiene que decir al respecto?
Dr.L.- No voy a entrar al trapo de estas acusaciones, ya que no me interesa al poder demostrarse que son ciertas. Mis hipótesis están respaldadas por mi amplia formación, por el tiempo invertido en sustanciosas investigaciones y por mi gran habilidad retórica, por lo que recomiendo a las personas que las acepten sin más dilación y sin más indagaciones. Vengo a ofrecerles una existencia mejor, y creo que con eso está todo dicho.

FF.- Pero, ¿en qué consiste esa realidad mejor? Estamos de acuerdo en que la mayoría de las especies tienen una existencia deplorable, las más de las veces irrisoria...
Dr.L.- Exacto, los individuos de la mayor parte de las especies que pueblan el Kòsmos son básicamente imbéciles, y eso a pesar de que están biológicamente dotados con un mínimo de intelecto. Partiendo de ese hecho evidente, la de la estulticia reinante en el Kòsmos como paradigma sociocultural, yo les digo que pueden abandonar esa imbecilidad individual gracias a una consciencia adecuada que cambie su formación biológica y su entorno energético.

FF.- Bien, y perdone que se me escape algún espasmo carcajeante, ¿dice Ud. que una especie dotada de consciencia puede cambiar su cuerpo?
Dr.L.- Exacto, puede lograr un cuerpo eternamente joven y saludable.

FF.- ¿Y como es Ud. entonces un viejo decrépito y bastante feo?
Dr.L.- Jovencito, además de un irritante incrédulo ignorante, está Ud. sujeto a una distorsión subjetiva producto de la mala actividad receptora de sus células, que a su vez se alimentan de una educación y de un entorno cultural bastante cuestionables.

FF.- ¡Ya! Recapitulando sobre sus teorías, la existencia gris de las personas y sus pobres condiciones físicas se deben a una inexistente consciencia, a una necia actitud y a una voluntad de chichinabo...
Dr.L.- Correcto. Si ellos mismos deciden ser conscientes de esa miserable condición y empezar a actuar positivamente, sus células se mostrarán más receptoras a una benefactora energía del entorno.

FF.- Aquí ya se le está yendo la olla del todo, ¿a qué llama Ud. una "actitud positiva"?
Dr.L.- Por ejemplo, a lo que Ud. no hace en esta entrevista. No es baladí esta respuesta que le doy, irritante y escéptico jovencito, apartemos la negatividad y obtendremos algo fructífero. Abandonemos la incredulidad y la crítica, para abrazar un papanatismo consciente en aras de una realidad mejor.

FF.- "Papanatismo consciente", me gusta como nombre para lo que propone.
Dr.L.- No me afecta el uso que hace de la ironía como forma retórica.

FF.- Supongo que no le afecta porque adopta Ud., Dr. Ladino, una pertinaz actitud positiva sustentada, creo yo, en la popularidad y los dividendos que le están proporcionando sus teorías.
Dr.L.- Creo que estás empezando a ser consciente.

FF.- Bueno, pero sigue siendo Ud. bastante feo.
Dr.L.- Vale.

martes, 10 de enero de 2012

domingo, 8 de enero de 2012

Animado Congreso de Filosofía

Informa nuestro reportero free-lance Lance Laguna.- Puede hablarse de total éxito del Congreso celebrado en Tannhäuser donde, habiéndose por otra parte resuelto poco o nada sobre las grandes preguntas de la existencia kòsmica, se ha dado un notable espectáculo. El evento se inauguró con la intervención de Mathias Quito, reconocido y pertinaz partidario de un rígido materialismo dialéctico aplicable a la realidad kòsmica, que se empecinó de manera pertinaz en exponer su visión sobre la relación entre el mundo material y la conciencia. Pues bien, cuando aún no había concluido su ponencia, y al escucharse por parte del conferenciante la categórica afirmación de que la materia prima sobre la conciencia, el joven y brillante autor idealista Vick Vaporub apareció raudo en el estrado propinando, acompañándose del grito "¡toma materia!", un efectivo uppercut a Quito, el cual rodó por el estrado con el estruendoso aplauso del público. Cuando parecía que el actor era tomado por una visión realista-objetiva del Kòsmos, hizo una sobresaliente y muy dramática aparición el constructivista radical epistemológico Paul Vatzo deslizándose desde un palco superior y ataviado en su espalda con un amenazante palo de roble (arma que no infringe las normas del Congreso, a pesar de la protesta que harían posteriormente algunos participantes). Pues bien, cuando vio aparecer a semejante energúmeno partidario de la subjetividad blandiendo una estaca, el bisoño pensador idealista objetivo abandonó su posición, no sin realizar antes algunos gestos obscenos tratando tal vez de compensar su cobarde actuación. Esta vez, el sitio de honor en el abarrotado salón era tomado por un temible autor que no paraba de observar desafiante al público y gritar ininteligibles palabras sobre la experiencia subjetiva y el sujeto cognoscente. Tras unos minutos de sana incertidumbre, no exentos del entusiasmo general del público ante el gran espectáculo que estaban viendo, al final del pasillo, hizo su aparición una figura vestida con bata blanca, con aire benévolo y paso calmo avanzando entre los espectadores. Se trataba del veterano autor cientificista, no invitado al evento, René Buloso, tratando de conciliar el acto de manera espontánea pronunciando razonables palabras sobre la evidencia empírica. Esta vez, ante el estupor de un Paul Vatzo que no tuvo tiempo de reaccionar, fue gran parte del público el que propinó una severa tunda al venerable sabio partidario del método científico. El filósofo posmoderno Quintín Glado, con una sonrisa socarrona dibujada en su rostro, aprovechó la confusión acercarse cautelosamente al estrado. Fue esta presencia, partidaria del multiculturalismo y negadora de toda visión totalizadora, la que consiguió dejar K.O. al temible Vatzo de un fuerte golpe de kárate perpetrado a traición. De alguna manera, la confusa visión pluralista posmoderna se apropió del acto, ya que todos los autores anteriormente citados, más algún otro que vino a animarse, acudieron al estrado para emprenderla unos contra otros repartiendo estopa de lo lindo. El totum revolotum final, unido a no pocas fracturas y hemorragias, fue del agrado del público, el cual no cesó de aplaudir y lanzar vítores durante un buen rato.
Uno de los momentos clave del Congreso.

miércoles, 4 de enero de 2012