miércoles, 29 de agosto de 2012

Prometeo, al fin capturado

Después de trienios de búsqueda, ha sido por fin apresado el reputado delincuente Prometeo Smith, acusado de varios delitos de latrocinio. Su golpe más sonado fue contra la clase dirigente, conocida coloquialmente como dioses, ya que se pegan la gran vida sin currar y es posible además que los avances científicos les hayan proporcionado ya una vida eterna; el objeto del robo fue un preciado conocimiento, denominado misteriosamente fuego, cogiéndolo hábilmente de la gran computadora Helios situada en el monte Olimpo (en el planeta árido Marx). Para ello, Prometeo se convirtió con gran habilidad en el hombre de confianza de Zeus Randolf Johnson, presidente honorario de la poderosa corporación Athenas Multikosmic, dedicada a las finanzas, el juego, el sexo y el rock and roll. Recordemos que los llamados dioses son una minoria privilegiada en el Kòsmos que reúne en su poder el 98 % de la riqueza y del conocimiento científico, entre el que dicen que se encuentra el propio secreto del universo y de la vida; son en su mayoría dueños de grandes empresas multikósmicas, dedicadas a los más variados sectores, con el objetivo de que la gente consuma las mayores estupideces. Precisamente, Prometeo se declara una delincuente romántico, por lo que decidió arrebar a los dioses, "esos parásitos barrigudos que mantienen a la gente pobre e ignorante", según sus palabras textuales, sus mayores secretos y entregárselos a las clases desposeídas, por lo que el hombre se ha convertido ya en todo un mito. El juicio se va a celebrar en breve y el fiscal pide, en un alarde de imaginación y mala leche, que se destierre a Prometeo al planeta rocoso Caucasus, se le encadene a una gran piedra y sea devorado poco a poco por las bestias autóctonas. La constitución kòsmica no contempla, en principio, esa posibilidad como castigo, pero todo se andará. Por otra parte, ya se ha realizado un primer borrador de guión para una adaptación cinematográfica, en 4 dimensiones, con el original título de Prometheus; al parecer, se le ha propuesto la dirección a Ridley Scott, a pesar de que no realiza nada medianamente decente desde hace centurias.

Prometeo, con envidiable forma física, adoptando una pose mítica.

sábado, 25 de agosto de 2012

miércoles, 22 de agosto de 2012

El efecto trilobite o nunca pises a un ancestro en el pasado

Un grupo de científicos del planeta Urras, donde ya sabemos que son algo aficionados a dar la nota, logra viajar a la prehistoria del mundo aquel y, a pesar de haber sido advertidos de que tocaran nada, montan una zapatiesta considerable al provocar una serie de paradojas temporales a cual más irrisoria y patética. Un miembro de la expedición, más bien torpe, paseando por los parajes del período Paleozoico, se interna en una charca donde estaba produciéndose una eclosión de vida multicelular, acaba pisando un trilobite y los resultados en la vida evolutiva son para contener la risa. Ahora, todos los primates urranianos, humanos incluidos, tienen unos ridículos ojos saltones, una testuz de proporciones descomunales y una mandíbula cuadrada bien poco favorecida. El desastre evolutivo tiene su expresión más concreta en unas alteraciones en los cánones de belleza que pueden dar lugar a problemas ulteriores aún más graves. Es por eso que una segunda expedición vuelve a viajar a través del tiempo, al mismo período prehistórico, y ponen en marcha un plan desconocido para volver a dejar la evolución en el lugar anterior. Pueden imaginarse ustedes, queridos lectores, que el resultado no puede calificarse exactamente de satisfactorio cuando vuelven al presente y descubren que el presidente de la primera potencia urraniana es ahora un monito platirrino encantador, elegido de forma totalmente democrática, que sin embargo toma las decisiones más importantes de manera totalmente arbitraria. De forma urgente y sin mucho que perder, una tercera expedición decide llevar a cabo nuevas alteraciones en la Era Cámbrica y los resultados son ahora indescriptibles con un humanidad sometida al poder de las terribles plantas Ficus carica, o higueras comunes, convertidas en esta realidad alternativa en unos seres inteligentes con muy mala leche. Presos del pánico y habiendo cogido cierto gusto por los viajes intertemporales, los científicos urranianos viajan una y otra vez al pasado, pisándolo todo a su paso, ya sin la más remota idea de las consecuencias y solo a ver qué diablos ocurre.

Científico responsable del desaguisado evolutivo por pisar donde no debe.

sábado, 18 de agosto de 2012

miércoles, 15 de agosto de 2012

Crucero de placer, víctima de extrañas afecciones

Continúa con rumbo desconocido el antaño crucero de placer Costa Revoltosa. La mayestática nave partió hace semanas con varias decenas de miles de pasajeros a bordo, procedentes en su mayor parte de las clases acomodadas de los sistemas superiores del Kòsmos, para iniciar un viaje de lujo a los bellos parajes de los Anillos de Andromeda, cuando nadie podía imaginar lo que iba a suceder transcurridos unos días. Cada rincón del Costa Revoltosa se encontraba pensado con un doble motivo: que los huéspedes del crucero disfrutaran de lo lindo con diversiones inanes y, además, acabaran comprando algún objeto estúpido o contratando algún servicio más que prescindible. De hecho, lo primero que se realizaba al embarcar por parte de la compañía es entregar una tarjeta Costa a cada cliente, la cual se asociaría inmediatamente a una tarjeta de crédito; de esa manera, no era necesario contar con dinero efectivo a bordo y todo el mundo se lanzaría con todas las facilidades a una loca y necia carrera de consumo desenfrenado. Después de pocos días, algún tipo de afección empezó a propagarse por la nave, el cual convirtió a cada pasajero en una especie de zombi descerebrado, ya con el único impulso vital de consumir todo lo que se encuentre a su paso empuñando como arma su poderosa tarjeta de plástico de crédito ilimitado. Algunos de ustedes, lectores avispados, dirán que ese comportamiento no era sino el previsto en este tipo de seres; sin embargo, puede hablarse en realidad de una exacerbación de la conducta habitual del burgués kòsmico medio, ya que desaparece por fin cualquier rasgo racional y su único afán es saciar sus apetitos más elementales. Debía ser un auténtico cuadro contemplar cómo cientos de glotones seres con sobrepeso deambulaban por todos los lugares comerciales de la nave tratando de aliviar su pobre existencia en busca de algún tipo de consumo innecesario. Algunos científicos no hablan necesariamente de un virus o extraña afección, sino que es posible que se haya producido un paso más en la involución vital de este tipo de seres, ya de por sí lamentables. Pero la nave Costa Revoltosa es una auténtica ciudad espacial, con 900 miembros de la tripulación y 5.000 trabajadores de todo tipo, procedentes de las especies proletarias de los sistemas inferiores del Kòsmos; ¿cómo afectó la situación a todas estas personas? En el caso de la tripulación, con el capitán a la cabeza junto a todo el Estado Mayor, fueron los primeros en abandonar vergonzosamente el barco, y no es ningún símil, en pequeñas naves de salvamento. Los numerosos trabajadores, según nuestra información, parece que fueron también víctimas de algún tipo de virus que afectó, esta vez de manera muy diferente, a su propia conciencia. Al observar el comportamiento exacerbado de todos aquellos despreciables seres acomodados a los que, hasta entonces, habían estado sirviendo, los trabajadores empezaron a organizarse, cooperar y trabajar esta vez para su propio bienestar. El resultado es que no tardaron demasiado en hacerse con el control de la nave y dirigirse, tal vez a un destino incierto, pero decidiendo ahora ellos mismos el rumbo. El cronista pide que se reconozca cierto lirismo en su obra, no exento de algún tipo de extraña belleza.

El crucero espacial de vacaciones de lujo Costa Revoltosa, ahora autogestionado por sus propios trabajadores.