miércoles, 12 de enero de 2011

BROTES INSURRECCIONALISTAS EN EL PLANETA NUEVO ANARRES

Informa Hugo Z. Hackenbush.- La armónica y progresista sociedad de este planeta, perteneciente al sistema Tau Ceti, compuesta por individuos autónomos, verdaderamente independientes, regidos por una poderosa y evolucionada capacidad racional y guiados por una moral sin parangón en el Kòsmos, y cohesionada por un poderoso sentido de la solidaridad, está comenzando a encontrar fisuras y a ver quebrantada su filosofía de vida. Si la posibilidad de este tipo de organización social, inédita en cualquier otro lugar del Kòsmos, se produjo gracias a la renuncia de sus componentes a cualquier factor que anulara su contacto con la realidad e impidiera la autonomía individual, ahora resulta que se han dado diversos brotes en los que se trata de recuperar los mecanismos sicosociales que posibilitan la enajenación de los individuos, la consecuente fabricación de bodoques en lugar de especies evolucionadas y la entrega de la libertad individual y la autonomía a cualquier elemento externo que tengan a mano. De esta manera, se habían visto ya diversas algarabías en diversos puntos de Nuevo Anarres en las que grupos de personas claman por el derecho a enajenarse, para ser un todo con un Kòsmos basado en el consumo atroz de objetos innecesarios y en la idolatría a toda suerte de necedades. Las reivindicaciones de los aspirantes a la enajenación parecen ser muchas y variadas, ahítos de la elevada pretensión de conocimiento dentro de la sociedad edificada en Nuevo Anarres, del notable cultivo de las artes y de las letras, del constante pensamiento innovador, de tanto sentimiento profundo y de la, en general, creatividad de todo tipo. Lo que se denomina ya como Manifiesto de la Enajenación Colectiva, leído después de la última y multitudinaria manifestación, en una emblemática fecha conocida ya como Jornada de la Estulticia Permanente, recoge los siguientes puntos, entre muchos otros: "En un plano abstracto, manifestamos nuestra repulsa a tanta capacidad racional, tanto horizonte moral y tanta autonomía, reivindicamos el derecho a la renuncia a nuestra individualidad, a ser una masa carente de cualquier componente intelectual, a la posibilidad de entregar nuestra libertad a cualquier deidad ridícula, a no necesitar contacto alguno con el mundo real, a formar parte de un Todo todo lo vasto e incognoscible posible. En un plano más concreto, queremos pasar gran parte de nuestro tiempo frente a los aparatos de Kòsmovisión, queremos ver apaciguada nuestras ánimas con la asistencia constante a estados deportivos para poder insultar y elevar la voz todo lo posible, queremos obtener la tranquilidad existencial con la credulidad permanente en las más peregrinas teorías kòsmogónicas, queremos asistir a los burdeles diseminados por las diversas autopistas del Kòsmos...".  Si bien, en el sistema sociopolítico de Nuevo Anarres no ha sido necesaria nunca una autoridad coercitiva que metiera a la gente en vereda, lo mismo ahora van a tener que replantearse las cosas.

Como locos, a enajarse con cualquier cosa que les trascienda.

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