¡HUELGA DE CONCIENCIAS!

Informa nuestro corresponsal Jeffrey T. Spaulding.- Continúa la jornada de huelga de conciencias con gran éxito, eso sí, según las organizaciones convocantes. Éstas, se empeñan en seguir afirmando que la civilización kòsmica se caracteriza por un progreso notable en cuestiones morales e intelectuales, gracias a una, cada vez mayor, perfectible conciencia individual en la que cada sujeto, bendito sea, se convierte en responsable de sus actos gracias a un reconocimiento ilimitado de lo que es correcto e incorrecto. Nosotros, como medio de comunicación sin ninguna aspiración a provocar hilaridad en el lector, no nos responsabilizamos de según qué afirmaciones. Dicho esto, continuamos asegurando, ya sin miedo al ridículo, que la conciencia es un factor inherente a las especies más avanzadas en el Kòsmos, y hace tiempo que se descubrió su valor como medida de presión ante las injusticias sociales. Es por eso que las grandes organizaciones intelectuales, más o menos independientes respecto a los poderes establecidos, han convocado esta jornada de huelga como protesta ante lo que consideran "una continua merma en los derechos de conciencia" (sic). Se ha invitado a cada individuo a desconectar los mecanismos internos que provocan la determinación de lo que está bien o mal y a procurar que los estímulos externos sean lo más vacuos posibles, lo que provocará una interrupción del progreso moral e intelectual que "acabará acojonando a los responsables del sistema" (sic). De momento, a pesar del éxito de la jornada, los responsables del sistema se muestran más bien poco acojonados e incluso con una leve sonrisa dibujada en su rostro. A pesar de ello, y sin respuesta a la cuestión de en qué mundo viven estos tipos, los convocantes se congratulan del masivo seguimiento de la huelga y señalan la capacidad de las personas para luchar colectivamente por sus derechos, mostrando si las circunstancias lo requieren una sobresaliente capacidad para caer en el papanatismo y en la enajenación más vulgares. Como muestra del seguimiento de la huelga, hay que observar que, efectivamente, se han evidenciado en la jornada de hoy pocas o ningunas inquietudes intelectuales, junto a una actitud moral de lo más penosa. Los grandes espectáculos deportivos se han llenado de personas vociferantes, consumidoras de bebidas espirituosas de baja calidad, y se ha disparado la audiencia de los más lamentables programas kòsmosivos. Es posible que en el día de hoy no haya apenas asomo de la menor conciencia, pero nos interrogamos acerca de qué pasara el día de mañana con el progreso intelectual y moral. Creemos que, de momento, es mejor no hacerse preguntas.

Personas sin conciencia abarrotando un gran estadio deportivo, hoy en la jornada de huelga o cualquier otro día del año.