Entrevista realizada por nuestro efímero y reportable reportero Frank Eable.- Ladislao A. Ladino es un científico autor de algunas teorías, controvertidas aunque muy populares entre cierto público ávido de soluciones fáciles y de alguna suerte de papanatismo sistematizado, que ha recibido amables calificativos como "francamente refutable", "abiertamente objetable", entre otros elogios menos reproducibles. El caso es que el Dr. Ladino está formado en biología molecular, astrobiología, ontogenésis, neurolinguística, metafísica y algo de horticultura, lo cual le ha llevado a una irritante actividad interdisciplinar que ha generado unas teorías peculiares en forma de hilarante batiburrillo. Básicamente, Ladino defiende que la vida en el Kòsmos ha evolucionado gracias a la agrupación consciente de células, hastiadas de andar de acá para allá sin nada que hacer, en organismos más complejos. El caso es que, y aquí viene lo divertido, el intelecto y conciencia de las formas de vida superiores en el Kòsmos, como concreción evolutiva de esa agrupación de células "conscientes", podría llevarnos a un dominio total sobre la materia y nuestra actividad biológica. El que subscribe tampoco ha entendido demasiado, por lo que no se preocupen, aquí está el Dr. Ladino para arrojar algo de luz sobre la tinieblas de nuestra consciencia (la ironía es una forma retórica tan respetable como cualquier otra).
FF.- Dr. Ladino, no me voy a andar por las ramas, hay quien le ha acusado de seudocientífico, e incluso de seudópodo, ¿qué tiene que decir al respecto?
Dr.L.- No voy a entrar al trapo de estas acusaciones, ya que no me interesa al poder demostrarse que son ciertas. Mis hipótesis están respaldadas por mi amplia formación, por el tiempo invertido en sustanciosas investigaciones y por mi gran habilidad retórica, por lo que recomiendo a las personas que las acepten sin más dilación y sin más indagaciones. Vengo a ofrecerles una existencia mejor, y creo que con eso está todo dicho.
FF.- Pero, ¿en qué consiste esa realidad mejor? Estamos de acuerdo en que la mayoría de las especies tienen una existencia deplorable, las más de las veces irrisoria...
Dr.L.- Exacto, los individuos de la mayor parte de las especies que pueblan el Kòsmos son básicamente imbéciles, y eso a pesar de que están biológicamente dotados con un mínimo de intelecto. Partiendo de ese hecho evidente, la de la estulticia reinante en el Kòsmos como paradigma sociocultural, yo les digo que pueden abandonar esa imbecilidad individual gracias a una consciencia adecuada que cambie su formación biológica y su entorno energético.
FF.- Bien, y perdone que se me escape algún espasmo carcajeante, ¿dice Ud. que una especie dotada de consciencia puede cambiar su cuerpo?
Dr.L.- Exacto, puede lograr un cuerpo eternamente joven y saludable.
FF.- ¿Y como es Ud. entonces un viejo decrépito y bastante feo?
Dr.L.- Jovencito, además de un irritante incrédulo ignorante, está Ud. sujeto a una distorsión subjetiva producto de la mala actividad receptora de sus células, que a su vez se alimentan de una educación y de un entorno cultural bastante cuestionables.
FF.- ¡Ya! Recapitulando sobre sus teorías, la existencia gris de las personas y sus pobres condiciones físicas se deben a una inexistente consciencia, a una necia actitud y a una voluntad de chichinabo...
Dr.L.- Correcto. Si ellos mismos deciden ser conscientes de esa miserable condición y empezar a actuar positivamente, sus células se mostrarán más receptoras a una benefactora energía del entorno.
FF.- Aquí ya se le está yendo la olla del todo, ¿a qué llama Ud. una "actitud positiva"?
Dr.L.- Por ejemplo, a lo que Ud. no hace en esta entrevista. No es baladí esta respuesta que le doy, irritante y escéptico jovencito, apartemos la negatividad y obtendremos algo fructífero. Abandonemos la incredulidad y la crítica, para abrazar un papanatismo consciente en aras de una realidad mejor.
FF.- "Papanatismo consciente", me gusta como nombre para lo que propone.
Dr.L.- No me afecta el uso que hace de la ironía como forma retórica.
FF.- Supongo que no le afecta porque adopta Ud., Dr. Ladino, una pertinaz actitud positiva sustentada, creo yo, en la popularidad y los dividendos que le están proporcionando sus teorías.
Dr.L.- Creo que estás empezando a ser consciente.
FF.- Bueno, pero sigue siendo Ud. bastante feo.
Dr.L.- Vale.
FF.- Dr. Ladino, no me voy a andar por las ramas, hay quien le ha acusado de seudocientífico, e incluso de seudópodo, ¿qué tiene que decir al respecto?
Dr.L.- No voy a entrar al trapo de estas acusaciones, ya que no me interesa al poder demostrarse que son ciertas. Mis hipótesis están respaldadas por mi amplia formación, por el tiempo invertido en sustanciosas investigaciones y por mi gran habilidad retórica, por lo que recomiendo a las personas que las acepten sin más dilación y sin más indagaciones. Vengo a ofrecerles una existencia mejor, y creo que con eso está todo dicho.
FF.- Pero, ¿en qué consiste esa realidad mejor? Estamos de acuerdo en que la mayoría de las especies tienen una existencia deplorable, las más de las veces irrisoria...
Dr.L.- Exacto, los individuos de la mayor parte de las especies que pueblan el Kòsmos son básicamente imbéciles, y eso a pesar de que están biológicamente dotados con un mínimo de intelecto. Partiendo de ese hecho evidente, la de la estulticia reinante en el Kòsmos como paradigma sociocultural, yo les digo que pueden abandonar esa imbecilidad individual gracias a una consciencia adecuada que cambie su formación biológica y su entorno energético.
FF.- Bien, y perdone que se me escape algún espasmo carcajeante, ¿dice Ud. que una especie dotada de consciencia puede cambiar su cuerpo?
Dr.L.- Exacto, puede lograr un cuerpo eternamente joven y saludable.
FF.- ¿Y como es Ud. entonces un viejo decrépito y bastante feo?
Dr.L.- Jovencito, además de un irritante incrédulo ignorante, está Ud. sujeto a una distorsión subjetiva producto de la mala actividad receptora de sus células, que a su vez se alimentan de una educación y de un entorno cultural bastante cuestionables.
FF.- ¡Ya! Recapitulando sobre sus teorías, la existencia gris de las personas y sus pobres condiciones físicas se deben a una inexistente consciencia, a una necia actitud y a una voluntad de chichinabo...
Dr.L.- Correcto. Si ellos mismos deciden ser conscientes de esa miserable condición y empezar a actuar positivamente, sus células se mostrarán más receptoras a una benefactora energía del entorno.
FF.- Aquí ya se le está yendo la olla del todo, ¿a qué llama Ud. una "actitud positiva"?
Dr.L.- Por ejemplo, a lo que Ud. no hace en esta entrevista. No es baladí esta respuesta que le doy, irritante y escéptico jovencito, apartemos la negatividad y obtendremos algo fructífero. Abandonemos la incredulidad y la crítica, para abrazar un papanatismo consciente en aras de una realidad mejor.
FF.- "Papanatismo consciente", me gusta como nombre para lo que propone.
Dr.L.- No me afecta el uso que hace de la ironía como forma retórica.
FF.- Supongo que no le afecta porque adopta Ud., Dr. Ladino, una pertinaz actitud positiva sustentada, creo yo, en la popularidad y los dividendos que le están proporcionando sus teorías.
Dr.L.- Creo que estás empezando a ser consciente.
FF.- Bueno, pero sigue siendo Ud. bastante feo.
Dr.L.- Vale.
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