sábado, 18 de septiembre de 2010

TEORÍAS Y CREENCIAS, MONOLÍTICAS Y ESTÓLIDAS

Informa Arthur C. Kubrick- Los monolitos diseminados en diferentes lugares del Kòsmos siguen dando lugar a todo tipo de especulaciones. Las especies más viejas del Kòsmos recuerdan que estas esculturas de piedra les han acompañado desde los albores, por lo que siempre se ha querido ver un símbolo trascendental en su aparición. Como, ante la ausencia de cualquier evidencia, la imaginación del personal no tiene límites, las posibles explicaciones siempre han oscilado entre un ente divino, que ha dejado su firma después de la creación del Kósmos, o una increíblemente avanzada especie desconocida, supuesta artífice de la evolución biológica y tecnólogica. Ambas explicaciones, fundamentadas en la pereza intelectual y en las ganas de dogmatizar, venían a ser lo mismo, es decir, algo así como "no tenemos ni puñetera idea de dónde vienen los dichosos monolitos y acompañamos nuestras teorías bien de creencias religiosas preescolares bien de una ciencia-ficción de bajo presupuesto". El caso es que puede decirse que, tanto la teología, como la ciencia en el Kòsmos, por increíble que parezca, se han desarrollado paralelamente, y tantas veces enfrentadas, tomando como punto de partida la enigmática existencia de estos monolitos. El primitivismo fetichismo de las especies ancestrales dio lugar a la teoría de un diseño inteligente y, posteriormente, a todo un tinglado eclesiástico alrededor de estos, presumibles por algunos, símbolos divinos. La más poderosa institución es la Iglesia Monolítica Doctrinaria, cuyo nombre lo dice todo, y se caracteriza por la propagación kósmica del dogma creacionista a lo largo de milenios, por su pertinaz y cansina plasmación icónica en todas las artes plásticas y por un feroz y extendido merchandising, que ha diseminado el kósmos de toda suerte de diseños de monolitos y la ha conducido a un enriquecimiento legitimado en una fe indubitable. Otras dos creencias parten del mismo tronco que la IMD: el Monolismo, cuyas leyes monolíticas fueron talladas en los albores de los tiempos en dos monolitos de piedra por el profeta Nhoses, sus descendientes se caracterizan por una peculiar nariz en forma de monolito y están convencidos de ser una especie elegida por la divinidad monolítica, por lo que otro elemento reconocible es su pose de superioridad, aún más irrisoria si les miramos su apéndice nasal; el Fundamentalismo Monolítico es la tercera creencia que rivaliza en nivel de papanatismo fanático, manteniendo unas tradiciones atávicas absurdas, puñeteras y bastante desagradables a la vista, como aquella que obliga a las especies macho que practican esta fe a ir totalmente cubiertos a excepción de las gónadas. En el otro extremo del arco especulativo simbólico-imaginario, es la ciencia la que considera que es muy probable que estos monolitos hayan otorgado cierta consciencia a las especies más primitivas, carentes aún de razón y de la capacidad de abstracción. Es posible que sin estos mecanismos de origen desconocido, presumiblemente creados por una especie superior a la que le gusta jugar al escondite, todo el proceso evolutivo hacia el desarrollo de la inteligencia kósmica (y empleamos este concepto con cierta alegría) no se hubiera producido. Visto el resultado en el Kósmos, nos preguntamos si no hubiera sido mejor que los monolitos se hubieran estado quietecitos. En cualquier caso, el siguiente paso en ese progreso tecnológico sería la aparición de la Inteligencia Artificial, y su progresivo perfeccionamiento, logrando mayores capacidades que cualquier especie kósmica. Recientemente, los mejores computadores han elaborado una simpática teoría, según la cual los monolitos vendrían a ser una especie de puertas dimensionales, que darían acceso a mundos incognoscibles revolucionando así las leyes de la física. Como todos los intentos de atravesar las "puertas" han sido más bien penosos, dando lugar a problemas físicos bien conocidos con anterioridad, nos preguntamos si los avances en Inteligencia Artificial también están sobrevalorados.

Para mayor complicación, los monolitos han sido rubricados con unos extraños símbolos, indescifrables hasta este momento.

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