Informa nuestro osado y paciente corresponsal Bob Akunin.- La expansión democrática en el Kòsmos es un hecho. Si bien existen lugares recónditos del universo, en los que pertinaces comunidades desean vivir en su propia armonía social y ecológica, con total ausencia de líderes debidamente elegidos por el pueblo que aseguren el progreso y el bienestar, parece que está dando resultados la política de globalización democrática, que han iniciado los Estados planetarios más poderosos. Las nociones de igualdad y justicia social pueden convertirse muy pronto en historia, "últimos resquicios de una visión trasnochada del Kósmos", ha manifestado Ben Adama, presidente electo de la Federación de Estados de Ornithoricoh (FEO). Si bien esta consolidación de un sistema político representativo se ha efectuado de manera pacífica en no pocas ocasiones, debido a que existían sociedades primitivas que ni siquiera conocían los significados de violencia y conquista, y ni mucho menos contaban con una institución armada que asegure la cohesión como es el caso de la mayor parte de los sistemas estatales kósmicos, muchas otras han plantado resistencia violenta y están desafiando de manera desvergonzada a Adama y al resto de los líderes democráticos. Los politólogos más afamados del Kòsmos, con su bienestar material y progreso social bien asegurados, han presentado informes en los que se aboga claramente por la globalización democrática. "La instauración de modernos Estados y estables oligarquías políticas y financieras", se puede leer en uno de estos documentos exhibidos por los líderes democráticos, "es la única posibilidad para un universo cohesionado, un correcto aprovechamiento de los recursos y en el que se asegure una vigilancia permanente de la paz y la justicia, tal y como la entiende una civilización avanzada". Si bien estos conceptos de progreso y bienestar, que enmarca una visión teleológica de la historia en la que supuestamente nos dirigimos a algún sitio, son los que más se pretende consolidar en el imaginario popular, recordaremos que voces minoritarias y estridentes, como la del ya casi popular antropólogo Pietro Claustrus, han presentado sesudos estudios en los que se pretende refutar el concepto de "sociedad primitiva", con el que constantemente nos referimos a otras formas de vida, e incluso el de Estado como instancia política separada de la sociedad, apostando por la pluralidad y por la falta de jerarquización como garantes de convivencia. Algunas voces, en el seno de la clase dirigente, han pedido ya la ilegalización de los escritos de Claustrus y un severo correctivo para su persona, única vía para asegurar la objetividad e independencia de nuestros científicos.
Uno de los carteles correspondientes a una descomunal campaña de marketing de promoción del sistema democrático. En la significativa imagen, una especie indígena se muestra reticente ante la visión democrática, pero se percibe que muy pronto entrará en razón.
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