De nuestro freelance Lance Rote- La situación económica que está afectando a los planetas habitados del Kósmos, y que solo excluye a las clases dirigentes y aquellos que ya de por sí se encuentran en crisis perpetua, adquiere nuevas interpretaciones debido a los lumbreras de rigor. La especulación filosófica de andar por casa nos quiere recordar que el vocablo "crisis" alude en su origen a la "decisión final sobre un proceso", por lo que se llega a la irritante y redundante conclusión de que esta situación supone una "gran oportunidad" y solo depende de nuestra actitud el colofón del proceso. En una lectura superficial, continúan los expertos, podemos observar que nos encontramos ante una fase complicada con multitud de problemas, pero en nuestras manos está el que los resultados acaben siendo beneficiosos. En este sentido, crisis vendría a ser casi sinónimo de evolución, aunque si bien lo que define a este concepto es el cambio gradual, en el caso que nos ocupa se trata de una irrupción violenta y acelerada que ha provocada en más de una especie un ritmo cardíaco similar. Las especies oprimidas de Kòsmos han manifestado que, muy bien, pero lo que están pidiendo a gritos los poderosos y sus pensadores acólitos es una "irrupción violenta" de otro tipo muy diferente. "Porque si de lo que se trata", continúan los representantes de las más humildes y explotadas especies, "es de utilizar una retórica huera para que 'todo siga igual, gracias a que todo cambie' (se parafrasea aquí el conocido aserto, cuyo origen se ha perdido en los tiempos, que se sigue aplicando en la realidad política y económica de manera escrupulosa), les vamos a dar nosotros especulación filosófica para que analicen el término 'revolución' con detalle". Diversos movimientos críticos señalan, en esta línea, que la supuesta placidez anterior a este periodo estaba cimentada sobre los cadáveres de muchos individuos (gran parte de ellos, formas de vida basadas en el carbono 14, muchos otros reciclables como diversas formas de liberación energética). El mundo socioeconómico y político en el que vivimos se basa en la confianza de todos sus miembros, aunque no se trate de sistemas intrinsecamente justos ni ecuánimes, por lo que la crisis de un modelo puede acelerar la búsqueda de soluciones y dar lugar a un kòsmos muy diferente. Ninguno de estos pensadores de pacotilla, a los que aludíamos al inicio de esta reseña, arguye transformaciones radicales en los sistemas económicos, todos ellos basados, en mayor o en menor medida, en la acumulación de riqueza en pocas garras, en esquilmar sin escrúpulos los recursos naturales y en la explotación sistemática de las especies más robustas de la llamada "prole kòsmica".
Bonita alegoría, que representa los postulados ideológicos de los movimientos prolekòsmicos y que ha provocado más de una cura de estreñimiento en las clases acomodadas
domingo, 27 de junio de 2010
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