sábado, 27 de agosto de 2011

AVANCE IMPLACABLE DEL ENORME SER LLAMADO LEVIATHAN

Informe nuestro psicotrópico reportero Thomas T. Pasthis.- Continúa en el Kòsmos la incontenible marcha del monstruo bautizado como Leviathan, un ser nada mítico cuya naturaleza y estatus ontológico parecen estar fundados en la asimilación de cada uno de los individuos de todas las especies en las que se presumía algo de inteligencia, que está devastando todas las sociedades a su paso con afán totalitario, y que tiene aspiraciones de convertirse en el único monarca del Universo fundando una gran Res Publica interplanetaria. ¡Ahí es nada! Hay quien afirma que la fiereza existencial del descomunal ser no sería tal sin las tendencias tan extendidas en el Kòsmos de entregar nuestra potestad personal a alguna autoridad que garantice un poquito de estabilidad, de subsumir nuestra individualidad en algún Todo, por muy descabellado que éste parezca, y de no tener que aceptar responsabilidad alguna, que así se vive mejor. Resulta todo un espectáculo observar cómo las masas reciben, alborozadas en muchos de los casos, apáticas en algunos otros y con una resistencia patética en una franca minoría, la llegada del gran Leviathan y pasan a engrosar las diferentes partes de su cuerpo. Por ahora, se desconoce exactamente cómo se produce la asimilación exacta de cada individuo en un único ser, ni si la parte en la que terminan obedece a alguna regla predeterminada. Lo que sí parece evidente es que el incremento del cuerpo es paralelo a un crecimiento exponencial, pero sin que ello se produzca de manera totalmente proporcionada al ser visible una aglomeración sorprendente en lo que vendría a ser la zona de la gónadas. Por su parte el Leviatán, a pesar de tener un aspecto de una, cada vez mayor, masa amorfa con patas y de emitir unos estruendosos gruñidos muy reiterativos, ha sido capaz de emitir un inquietante manifiesto en el que muestra su deseo de gobernar todo el Kòsmos arrogándose las capacidades de todos los individuos y disponiendo él mismo de manera permanente cómo tiene que ser la realidad, que para eso va ser el gran y único rey. No parece tonto el monstruo, no. El futuro a medio plazo del Kòsmos parece ser una unificación en un único sistema autoritario y totalitario. Como la única alternativa sería una fuerte oposición de individuos conscientes y autónomos, incapaces de renunciar a su libertad, parece que el destino del Kòsmos no es muy halagüeño.

¿Lograrán parar al gran Leviathan? Dada la apatía y el conformismo reinantes en el Kòsmos, lo vemos francamente dudoso.

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