domingo, 3 de abril de 2011

Una serie antigua y fracasada de robot cibernético policial
Informa Alex J. Murphy.- La compañía, de ámbito kòsmico, MCP (Multi-Consumer Products, que lo mismo produce una bebida refrescante que lo último en enajenación tecnológica) ha fabricado otro prototipo de ciborg policial con el objeto de ser vendido maxivamente a los diversos sistemas estatales. Si bien las cuestionadas series anteriores estaban fabricadas con determinado tejido cerebral de algunos seres inteligentes, esta vez se ha rechazado todo asomo de inteligencia y se ha optado por usar las gónadas de una de las especies más salvajes de todo el Kòsmos unidas a la tecnología más puntera en fabricación cibernética. Parece que los directivos de la MCP no se andan esta vez con eufemismos y han dado lugar a una creación semiartificial que asegura la fidelidad a una oligarquía, gracias a las directrices implantadas que así programen los gerifaltes de turno, mantiene el orden, empleando para ello todo tipo de actividad testicular, y es fácilmente controlable en última instancia debido a sus primarios instintos sexuales. Recordaremos que los ensayos anteriores de la MCP, en cuanto a ciborgs policiales, planteaban problemas ontológicos de diverso tipo, ya que a los nuevos seres cibernéticos les daba por profundizar en filosofía y establecer originales corrientes existencialistas (la cosa acababa, normalmente, con el suicidio de los individuos biotecnológicos ante lo inane de su condición vital, después eso sí de masacrar a unos cuantos de sus creadores, con el consecuente alborozo de algunos opositores). Además, la MCP ha sido reiteradamente denunciada desde un punto de vista ético por algunos grupos (tan ingenuos, los pobres, que parecen desconocer el universo en que vivimos). Ahora, el orden kòsmico, basado en el dominio estatal y en la privatización de todos los recursos, tiene una nueva unidad policial que lo defienda sin ningún tipo de condicionante racional y sin inhibición moral alguna (aunque, la verdad, en esto no parece haberse cambiado mucho).

Las nuevas unidades de ciborgs policiales  ED-69, con más cojones que cerebro, en su muy dramatizada presentación en público.

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