Informa David Gibones- El grado de patetismo al que han llegado los llamados metaseres, anteriormente conocidos como superhéroes (cierta editorial multiplanetaria registró de forma ladina este término y nadie se atreve a su uso bajo pena de una demanda de aquí te espero), resulta desesperante para las autoridades del Kòsmos y, aún más, para los ciudadanos de a pie. Recordaremos el Decreto Universal que prohibió en su momento la actividad de estos vigilantes de nombres ridículos y que supuso el retiro de no más de un 50%, de un amplio número, mientras que el resto continuó, de forma clandestina y pertinaz, en su afán pueril, sicótico y mesiánico de "hacer el bien" en cualquier andurrial kòsmico que demande "justicia". Recientemente, ha habido avistamientos de un nuevo colectivo compuesto por individuos ataviados con mallas coloristas, lo que generará seguramente, en breve, la creación de otro grupo antagonista cuya motivación será conquistar los mundos del Kósmos, reducirlos a cenizas o alguna cosilla similar. El Kòsmos funciona así, de manera chiflada y caótica gracias a unos cuantos. No se tienen excesivos detalles sobre la actividad de este nuevo grupo "heróico", aunque los testigos creen que ninguno de ellos parece tener habilidades especiales, "más bien lo contrario, graves carencias", asegura una de nuestras fuentes. Si nos atenemos al mencionado Decreto de forma literal, se menciona en uno de sus párrafos el perfil sicólogico de estos seres: "individuos de patología grave, con ínfulas megalómanas, fijación fetichista, una insalvable distorsión cognitiva y sensorial de la realidad, la mayoría con una infancia marginal y con un desarrollo ideológico concentrado en una única figura salvadora en la que se concentran todas las virtudes (que, curiosamente, suelen ser ellos), que deben ser, bien encerrados a buen recaudo, bien instrumentalizados por los auténticos responsables del bienestar kòsmico". Y este documento aludía a los que aseguran realizar actos heróicos y ayudar al prójimo. Como insinúa el Decreto, las autoridades kòsmicas pretendieron contratar a algunos de estos sujetos después de la prohibición, pero solo el conocido como Profesor Universo parecía merecer la pena gracias a sus extraños poderes de origen incierto. Antes del accidente que le convirtió en un metaser, Profesor era un discreto científico del planeta Urras, después de una exposición excesiva a una radiación kósmica desconocida comenzó a desarrollar habilidades increíbles entre las que se encuentran, entre muchas otras, la omnisciencia y la ubicuidad. El Estado planetario de Urras logró que Profesor trabajara para ellos durante un tiempo, con las protestas del resto de autoridades kósmicas, ya que suponía un grave desequilibrio ético la existencia de una individuo capaz de conocerlo todo en todo momento. "Envidia cochina", se limitaron a declarar los representantes de Urras. Sin embargo, después de un tiempo, Profesor comenzó de forma paulatina a perder interés en los asuntos de Urras o del resto de las civilizaciones del Kòsmos; hoy, se encuentra autoexiliado en algún mundo desconocido del Kósmos, lo último que dijo antes de su partida fue "no sé si soy una deidad, pero voy a averiguarlo". Vamos, que la modestia no es precisamente una de las virtudes especiales que ha desarrollado junto a sus poderes.
Profesor Universo, cuyos poderos de omnisciencia le han llevado a creerse superior al fulano.
sábado, 24 de julio de 2010
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