Informa Norbert Wiener.- El sistema totalitario que impera en el vasto planeta Kahlahorra, conocido como Grupo de Uniones Anexadas a la Ubicuidad, parece que no se ha quedado atrás en la carrera tecnológicA y armamentística que le hace competir con otros amplios sistemas políticos de control en el Kòsmos. Los científicos del GUAU aseguran, sin temblarles la barbilla, haber desarrollado la tecnología adecuada para controlar teleológicamente la historia en cualquier mundo conocido. Aunque, lógicamente, estos locos muchachos no han confirmado como pueden realizar tal cosa, convertir la historia de una civilización en un proceso concreto dirigido a determinada finalidad, es algo que ha llenado de estupor a propios y extraños. Tiene cierta lógica que un sistema de control absoluto, como es el GUAU, se haya empeñado en dar con la clave para convertir la historia en un sistema determinado hacia un fin, aunque no sepamos todavía cuál será éste, lo que nos sume en la mayor de las intranquilidades. El argumento teleológico era, hasta ahora, más propio de creencias religiosas en las que el Kòsmos sería un "diseño inteligente" (sic), con algún propósito inescrutable, de alguna todopoderosa divinidad (una de las más seguidas es aquella en la que el "creador" adopta la forma de un espagueti gigante y todas nos hallamos subordinados a su voluntad). Este tipo de kòsmovisiones, ridiculizadas por la ciencia, impregnó de algún modo el pensamiento racional, y algunos filósofos y científicos, ilusos ellos, pensaron también que el desarrollo de la civilización nos llevaría a algún sitio más o menos decente. Es de suponer que resulta difícil aceptar que las leyes naturales sean producto más bien del azar, y que el orden en el universo es solo una posibilidad frente a otras muchas, por lo que la fantasía creativa de algunas especies kòsmicas, producto de tener demasiado tiempo libre para la especulación, ha trabajado de lo lindo a la hora de fabricar toda suerte de mitos y teorías. Ahora, lo que eran meras creencias y conjeturas, puede que ya no tengan cabida gracias a los avances científicos y tecnológicos del planeta Kahlahorra, y de su poderoso sistema político GUAU, que pueden ponerse al servicio de un férreo sistema de control en todo el Kòsmos. Es posible que cada individuo pase a ser solo una pieza más al servicio de una finalidad absoluta, tal vez solo unos pocos ingenuos se atrevan ya a desafiar los designios de una "inteligencia superior" (por llamarla de algún modo), a tratar de desviar un curso de la historia determinado por condiciones objetivas que trascienden al común de los mortales. ¿Suena mal? Muy bien no suena, no, ¿dónde queda la libertad?. "¿Libertad?, ¿para qué leches la queremos?", son unas de las más conocidas palabras, y muy significativas dado el caso, que pronunció Waldemar Ilyich Dalninski, uno de los líderes fundadores del GUAU. Efectivamente, es posible que la libertad sea solo una apariencia, que estemos formando ya parte de ese proceso global, que estas palabras formen parte de ese propósito teledirigido y estén también dirigidas a una finalidad. Seguiremos informando, aunque es posible que antes hayamos enloquecido.
|
Un técnico del sistema totalitario del GUAU, trabajando feliz al servicio de las condiciones objetivas, con una avanzada tecnología que ha superado todas las expectativas. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario